lunes, 4 de febrero de 2013

Maternidad y discapacidad (VIII)

Irene es una mujer que nos sorprendió a todos con su gran fortaleza, sus ganas de vivir y su optimismo. Es una persona que cuando la oigo nombrar lo que me viene en seguida a la cabeza es su sonrisa, su fuerza, su vitalidad, su seguridad, su optimismo, su esperanza, la búsqueda continua de nuevos retos, la superación, el perdón.

Es licenciada en Psicología, Humanidades y Comunicación Audiovisual, además de Periodismo. Es columnista de prensa, imparte conferencias, colabora en distintas emisoras de radio o desarrolla su faceta como escritora y esto lo compagina con una de sus pasiones, el esquí. Deporte en el que ha conseguido títulos como el de campeona de Cataluña de esquí alpino adaptado y campeona de España de esquí adaptado.

Si, estoy hablando de Irene Villa, la niña que sufrió a los 12 años un grave atentado junto a su madre en el que perdió las dos piernas y tres dedos de una mano. Pero lo que no pudieron arrebatarle fueron sus ganas de vivir y su optimismo. La fuerza y la vitalidad la han acompañado desde ese 17 de octubre. Se convirtió en una persona con diversidad funcional, pero como ella misma dice con una admirable tranquilidad “la mayor discapacidad no es llevar una prótesis sino el odio y el rencor”. Toda esta experiencia, junto con sus reflexiones y sus ganas de vivir tras el atentado, están plasmadas en el libro “Saber que se puede” escrito en 2004.

Irene tiene ahora otra pasión y otra prioridad que es su hijo, Carlos, nacido el 7 de julio de 2012. Y de su faceta como madre, de sus ilusiones, miedos, deseos… es de lo que hablamos en esta entrevista.

1. La mayoría de las mujeres soñamos con el momento de ser madres desde que somos pequeñas. Eras muy joven cuando sufriste el atentado, ¿en algún momento pensaste que la maternidad era algo que sentías se alejaba de tus sueños por tu discapacidad?
    Por suerte nunca pensé en que podría truncarse mi gran sueño de dar vida. Sabía que de una forma u otra iba a ser mama. Si no hubiese podido habría adoptado. Tenía claro, porque mi madre jamás dejo de repetirme que es lo mejor del mundo, que algún día formaría una familia. No tenía prisa. Llegaría a su debido momento. Mientras me dedique a estudiar, viajar, competir en varios deportes... Porque sí algo me enseño aquel atentado es que no sabemos lo que duráremos. Hay que exprimir la vida a tope!!!!!
2. Aunque es el proceso lógico el conocer a una persona y pensar en tener un hijo, cuando comunicaste la decisión de ser madre, ¿encontraste muchos apoyos?, Supongo que en tu pareja el primero y más importante ¿en tu familia?, ¿en amigos? ¿Qué fue lo más difícil de encajar?
    No hubo nada difícil. Todo fue alegría a raudales. Los primeros mi marido y yo que hasta lloramos de la emoción. Y nuestras familias...imagínate ! Mi padre pensó que probablemente no sería madre por culpa del atentado. Para mis suegros es su primer nieto. Juan Pablo viajo a Buenos Aires para enseñarles en persona la ecografía. Todo nuestro entorno celebro con nosotros la buena nueva.
3. ¿Has podido estar en contacto con otras madres con discapacidad? ¿Te hubiera gustado hablar con otras madres en tu misma situación para poder compartir los miedos y las alegrías tanto del embarazo como de los primeros momentos de vida de Carlos?
    Creo que un hijo te da tal fuerza y valor que todos los miedos que pueden aparecer los primeros meses desaparecen con la llegada del bebe. Hasta me atrevo a decir que la discapacidad se hace más pequeña cuando tienes un hijo a tu cargo. En mi equipo de esquí hay otras mujeres que han sido madres con una lesión medular y ya sabía que Se Puede!!!! Y que además sus hijos tienen un sexto sentido que les impide por ejemplo salir corriendo si la madre no puede ir detrás. Yo aún así, por sí acaso, no descarto la idea de ir a pasear con un arnés. Jajaja
4. Supongo que el momento de tener a Carlos ha sido lo más bonito por lo que implica la maternidad añadida a toda la lucha y a la dificultad por tu discapacidad. ¿Qué ha sido lo más difícil?
    Desde luego que es lo mejor que tengo en la vida, lo más maravilloso incluso he llegado a verlo como un regalo-recompensa a una vida de lucha y muchos sacrificios. Por ello no veo nada difícil. Porque hasta las noches en vela, y lo dice una auténtica dormilona, se llevan fenomenal cuando es para atender, abrazar, besar... a un hijo.
5. Yo creo que los niños de personas con discapacidad tienen una sensibilidad y una madurez distinta a otros niños, es algo con lo que conviven y creo que ellos instintivamente colaboran a una normalización tanto en el hogar como fuera de él ¿Tienes miedo ante la perspectiva de que Carlos manifieste un rechazo hacia tu discapacidad?
    En absoluto!! Aprenderá cosas sobre prótesis, a apretar tornillos de su madre... Lo vera tan normal que hasta podrá presumir de que su madre tiene unas piernas preciosas de quita y pon! Jajaja
6. Existen bastantes barreras arquitectónicas y mentales que dificultan la plena integración de las personas con diversidad funcional. ¿Crees que siguen existiendo muchos prejuicios en la sociedad?
    Cada vez menos por suerte pero me siguen preocupando más las barreras mentales ya que son las más limitantes.
7. Hay una frase que me gusta mucho y suelo incluirla en varias entradas en Discalibros: “La sociedad debería unirse por las cosas que igualan a las personas y no por las que diferencian” ¿Qué crees que le falta a esta sociedad para que los niños como Carlos puedan encontrar esa igualdad y no trabas o diferencias en la sociedad?
    Lo más básico y necesario, pero muchas veces lamentablemente el menos común de los sentidos: sentido común!!!! Y efectivamente quedarnos con lo que nos une y nos hace remar en una misma dirección.
8. Y para finalizar, me gustaría preguntarte sobre todo este camino recorrido de decisión de ser madre, embarazo y tener a tu hijo. ¿Cuál es el mejor recuerdo de todo este periodo?
    Lo mejor de todo es la sonrisa de mi hijo. Como dice el anuncio, eso si que no tiene precio!!!!!
Gracias Irene

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